miércoles, 2 de mayo de 2012

San Jorge y nuestros dragones.


Celebramos la fiesta de San Jorge, un santo a cuya advocación se encomiendan numerosos hombres, y también mujeres, que llevan su nombre, que significa “el que trabaja la tierra, agricultor”. Rodeado por una aureola que se remonta al siglo IV de la era cristiana. Déjenme que les narre de modo breve su historia-leyenda: Jorge de Capadocia era un soldado de Capadocia (actual Turquía), que fue mártir y más tarde santo cristiano. Según esta historia, Jorge, un romano cristiano que vivía en Lida -la actual Lod (Israel)-. Allí, su madre lo educa en la fe cristiana y se alista en el ejército en el que Jorge es destinado a Nicomedia como guardia personal del emperador Diocleciano (284-305). En el 303, el emperador emite un edicto por el que se persigue a los cristianos en el imperio. Jorge, confiesa que él también es cristiano y Diocleciano ordena su ejecución. Tras ser decapitado frente a las murallas de Nicomedia el 23 de abril de 303. La historia anterior es dudosa. Sin embargo, su veneración como mártir comenzó relativamente pronto. Desde el siglo VI se tienen noticias de su culto en Palestina por diversos testimonios de peregrinos, y su culto se consolida durante las cruzadas. En el 494 Jorge de Capadocia fue canonizado por el papa Gelasio I, mas lo incluyó junto con «...aquellos cuyos nombres son justamente reverenciados, pero cuyos actos sólo son conocidos por Dios». Una fórmula que deja en la niebla la realidad de su existencia. 



En el reino franco-merovingio ya se veneraba a Jorge de Capadocia en el siglo VI. En la Alta Edad Media, la época de las cruzadas y de la caballería, su culto se extiende por Europa. Jorge se convirtió en el protector de los cruzados en la conquista de Jerusalén (15 de julio de 1099). Como 'soldado de Cristo', se convirtió en patrón de caballeros y soldados, y de algunas órdenes religiosas militares, como la Orden Teutónica (siglo XII) o los templarios. Hacia el siglo XII se extendió por Europa una obra escrita por Santiago de la Vorágine, arzobispo de Génova, destaca la historia de Jorge de Capadocia. El libro acabó conociéndose como Legenda aurea o Leyenda dorada. Antes de esto, En el siglo IX aparece otra popular historia: San Jorge a caballo como vencedor de un dragón. Esta historia, que es parte de la leyenda dorada, también es conocida como «San Jorge y el dragón», que lo presenta como un guerrero que mata a un dragón-serpiente que amenaza a una doncella, mito del que a veces se ha dado una interpretación cristiana: Jorge sería el creyente, el caballo blanco la Iglesia y el dragón representaría el paganismo, la idolatría, la tentación y Satanás. En 1969, el papa Pablo VI eliminó a San Jorge del santoral de la Iglesia Católica, aunque no totalmente, ya que lo mantuvo a nivel facultativo (opcional). De todas formas, la devoción popular no ha decaído. San Jorge es santo patrono y protector de diversos lugares: la Corona de Aragón, Inglaterra, Portugal, Georgia, Lituania, Génova, Reggio di Calabria, Moscú, etc. También es patrono de diversas otras profesiones y actividades: agricultores, soldados, arqueros, prisioneros, herreros, gentes del circo, Boy Scout), montañeros, etc. También es protector de los animales domésticos. Su nombre es invocado contra la serpientes venenosas, las enfermedades de la piel, el herpes, la peste, la lepra y la sífilis y, en los países eslavos, contra el mal de ojo.


En fin que de San Jorge sabemos muy poco en realidad, pero su figura ha estado presente en toda nuestra historia occidental. Quizá muchos de los verdaderos San Jorge no los conocemos, y son los que han matado a los verdaderos dragones, quizá motivados por la figura de este nebuloso santo. Esto nos hace ver que el ser humano para caminar hacia la santidad necesita sobre todo del esfuerzo personal y de la fuerza de Dios. Posiblemente lo mismo que aquel soldado de Capadocia experimentó, cuando tuvo que optar entre una brillante carrera en el ejército o su fe. Jorge tuvo que matar no un dragón, sino la tentación de negociar su fe, sus convicciones con algún emperador, que pensaba que tenía en sus manos las conciencias de todos los demás La misma tentación, la misma decisión que la mayoría de nosotros tenemos que tomar con bastante frecuencia.. ¿Qué es lo que podemos celebrar de san Jorge? El recuerdo de un hombre valiente que supo enfrentarse con el más temible de todos los dragones, la tentación de no ser fiel a los valores de la propia conciencia.


P. Cipriano Sánchez L.C.

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